Al salir de casa hoy para hacer unas diligencias, apenas había salido del garaje a la calle me di cuenta de que algo no estaba en su debido orden. Tenía llanta baja, es lo que diría si estuviera en el Perú; quizá en otros países dicen neumático pinchado o rueda pinchada. Allí estaba yo, en medio de la calle, y sólo tres ruedas del auto tenían aire.
¿Quién se aparece? El vecino del frente a quien no he visto por meses. (Hasta tenía mis dudas y me preguntaba si se había divorciado de su esposa.) Resulta que él tiene que viajar por su trabajo y a veces está ausente hasta dos meses a la vez. Y allí estaba, en el momento preciso, cuando yo necesitaba ayuda. Él tenía un aparato para llenar aire en la rueda y lo hizo con mucha gentileza. La rueda no se desinfló hasta que llegué a una mecánica donde me la arreglaron. Tenía un clavo, ese era el problema. ¡Qué bueno es mi Padre celestial! Fiel a su Palabra, Él cuida de las viudas.
David y Lana cumplen 9 años de edad
Anteayer tuve otra experiencia de «momento preciso». Mi nieta Lana hace unos días tuvo un ataque de convulsiones. Necesitaba hacerse ver con un neurólogo; pero puede demorar meses hasta recibir una cita. Yo estuve en casa de mi hija para celebrar el cumpleaños de Lana y su hermano David. Justamente entonces llamaron de la clínica diciendo que habían recibido una cancelación y podían atender a mi nieta. Ella no podría dormir más de cinco horas esa noche antes de los exámenes, así que yo estuve con ella para ayudarla a quedarse despierta. ¡Al fin resulta que yo me dormí y ella tuvo que despertarme! Pero allí estuve para dar una mano de ayuda a mi hija, en el momento preciso. (El médico dice que no hay motivo de preocupación en cuanto al ataque que tuvo la niña.)
En la historia de hoy, un capitán pasó en el momento preciso por un restaurante donde estaba un huerfanito, mirando ansiosamente los delicados platos que había dentro de la vitrina. El resultado fue que el capitán invitó al niño a acompañarlo como marinero en el barco. Lamentablemente, el niño enfermó gravemente y murió; pero antes de esto ganó al capitán para Cristo.
La Biblia dice que cuando vino «el cumplimiento del tiempo» Dios envió a Jesucristo (Gálatas 4:4). Ese es el mensaje que queremos comunicar. El «momento preciso» es ahora. Hoy es el día de salvación (2 Corintios 6:2).
¿Tienes alguna experiencia de «momento preciso»? El momento más «preciso» de tu vida fue cuando recibiste a Cristo como tu Salvador y Señor. Nada es de más valor. ¡Bendito sea nuestro amado Dios y Salvador!
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Actividad: 146 ABC de la salvación
Respuestas:
El MOMENTO preciso es AHORA. HOY es el DÍA de SALVACIÓN (2 CORINTIOS 6:2).
A es por ADMITIR. ADMITE que has pecado.
B es por BASAR. BASA tu fe en Cristo.
C es por CONFESAR. CONFIESA tus pecados.
Cinco lecciones para enseñar el mensaje de la salvación.
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